El chef

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Sin etiquetas. Así es mi cocina.

Es difícil encontrar las palabras que definen la manera en que me muevo entre los fogones, la forma en que ingredientes y técnicas se entrelazan para crear platos en los que se perciben mis orígenes, mi trayectoria profesional o mis inquietudes.

 

Me interesa la cocina desde que era un niño, desde que pasara infinidad de horas viendo a mi abuela Daria junto al puchero, con los ojos bien abiertos, quedándome con cada detalle de la cocina que se hace con cariño, con paciencia y con personalidad. Pero sobre todo, con buenos productos.

 

Con el paso de los años y a raíz de mi paso por El Cenador de Amós, con Jesús Sánchez, ese interés se convirtió en auténtica pasión, de esas que lo llenan todo y son capaces de llevarte a cualquier lugar del mundo si el proyecto merece la pena. Y así ha sido.

Pasión por la cocina

Experiencias vividas

He trabajado en La Cuchara de San Telmo, en San Sebastián, junto al que considero mi mentor y máxima influencia en la cocina de vanguardia, Álex Montiel. Después, por una breve temporada regresé a Cantabria para ponerme a los mandos de la cocina del Club Parayas de Maliaño.

 

Al poco tiempo me trasladé a Madrid y, junto a Alberto Chicote, estuve tras los fogones del Nodo y del Goizeko Kabi.

 

Fuera de nuestras fronteras también he vivido experiencias que han aportado mucho al lenguaje que tiene mi cocina. En Basilea compartí mis conocimientos sobre cocina mediterránea en el Tapadera, al tiempo que aprendí técnicas y detalles que hoy en día sigo aplicando.

Espacios de sabor

Espacio de sabor propio

De vuelta a España, regresé a San Sebastián, estuve formándome en el Basque Culinary Center y me uní al EspaZio gastronómico de Pilar Velarde, el cual me inspiró para volver a Cantabria y desarrollar un proyecto propio, un restaurante en Santander donde poder dar rienda suelta a mi creatividad, el Daria.

 

La experiencia no ha podido ser más positiva, Daria es un espacio de sabor y para disfrutar, el lugar donde se expresan mi experiencia y mi manera de entender la cocina. 

 

Ahora, a este local se suma una nueva iniciativa, con un concepto más clásico y donde la parrilla ocupa un lugar preferencial: La Voladora.